El trastorno bipolar puede iniciarse a cualquier edad. No obstante, la media oscila entre los 20 y 30 años. Hay un alto componente genético en este tipo de psicosis si bien también puede originarse a causa de alteraciones neuroquímicas producidas por patología orgánica a nivel cerebral o bien por factores externos.

Como en la mayoría de trastornos psiquiátricos la herencia es poligénica, es decir, que viene determinado por genes múltiples de diferentes regiones del genoma. Hasta un 50% de enfermos tiene al menos un familiar de primer grado con un trastorno psiquiátrico.

¿Qué es el trastorno bipolar?

El trastorno bipolar, también conocido como psicosis maníaco-depresiva, es una patología mental cuyo diagnóstico central gira en torno a cambios anímicos bruscos y extremos en el paciente, el cual pasa con facilidad de un estado de euforia a uno de carácter depresivo.

¿Cuál es el diagnóstico?

Según clasificación de trastornos mentales de la Organización Mundial de la Salud para establecer el diagnóstico deben haber existido al menos dos tipos de episodios: al menos uno maníaco y otro depresivo. Sin embargo, siguiendo la clasificación de trastornos mentales establecida en su manual por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), el trastorno bipolar tiene lugar con la presencia de un único episodio maniaco a pesar de que nunca haya habido depresión, es decir, que el trastorno bipolar siempre va ligado a la manía. Siguiendo el citado manual, apodado como “la Biblia de la Psiquiatría”, el trastorno bipolar puede revestir dos modalidades:

  •  El Trastorno bipolar I, en el que hay una sucesión de al menos un episodio maniaco y uno o más depresivos.
  •  El trastorno bipolar II, caracterizado por la reiteración de episodios depresivos combinados con uno o más episodios hipomaníacos.

En ambos tipos pueden presentarse variantes de ritmo tales como: recaídas cíclicas en función de las estaciones del año o bien ciclos rápidos donde tengan lugar cuatro o más episodios de manía o depresión en un mismo año. Cabe señalar que el intervalo de los ciclos tiende a disminuir con la edad si bien son frecuentes las recaídas en la mayoría de pacientes. Estudios actuales tratan de probar la existencia de nuevas formas de esta patología sobre los cuales no entramos a explicar.

¿Cuál es su tratamiento?

El trastorno bipolar si bien no puede ser eliminado por completo en el paciente sí que puede ser controlado. Ello podrá lograrse gracias a la concurrencia de un doble tratamiento, el farmacológico y el psicológico. El marco que proporciona la estabilidad en el paciente desde un punto de vista farmacológico viene determinado por la medicación que su psiquiatra considera. De este modo, los estabilizadores del estado de ánimo tales como el litio, la carbamecepina y el ácido valproico, y los nuevos anticomiciales, son esenciales para la prevención y el tratamiento de las fases. En las fases depresivas se añadiría antidepresivos y en los episodios maniacos se utilizan antipsicóticos. Otros fármacos que se utilizan habitualmente son ansiolíticos e hipnóticos.

Y, por último, desde un punto de vista estrictamente psicológico, resulta determinante tratar de facilitar la inserción social del sujeto pasivo de esta enfermedad, así como está indicada una intervención a nivel familiar en muchas ocasiones.

Dr. Miguel Verdeguer Dumont
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