La depresión en el año 2020 según la OMS se convertirá en la segunda causa de incapacidad en el mundo. La prevalencia de esta enfermedad aumenta con la edad. La depresión es una patología afectiva que se da con bastante frecuencia en el anciano.

La sociedad está envejeciendo modificándose nuestra pirámide de población. El anciano tiene múltiples cambios en este periodo de su vida, su papel en la sociedad varía y de haber formado una estructura familiar con la responsabilidad inherente, su lugar pasa a ser más pasivo relegado en el mejor de los casos al cuidado de sus nietos y en otros a la soledad.

Precisa muchas veces de la ayuda de familiares. En este etapa de la vida existe una mayor posibilidad de enfermedades crónicas y la necesidad de cuidados. El anciano muchas veces vive en soledad por ausencia de los seres queridos, amigos y asiste por tanto a una serie de pérdidas: salud, afecto, seres queridos y amigos.

La estructura de la sociedad en los grandes núcleos de población conduce al aislamiento y a la incomunicación, lo cual dificulta aún más la capacidad de relación.

La manifestación clínica consiste en una cuadro en el cual existen los siguientes síntomas: pérdida de apetito, tristeza, aislamiento, apatía, insomnio o somnolencia, desinterés por el entorno y marcada apatía. Michas veces es incapaz de verbalizar lo que le sucede. En ocasiones el anciano somatiza la sintomatología depresiva a nivel físico.

El diagnóstico diferencial se plantea con el comienzo de una demencia senil. Puede existir un deterioro cognitivo del paciente que se manifieste como un cuadro depresivo.

El tratamiento suele ser farmacológico con antidepresivos que no afectan a nivel somático y que tengan las mínimas interacciones con los medicamentos del anciano, el cual está habitualmente poli medicado. El inicio a la vida normal debe ser lento y progresivo en la medida en la que se vaya recuperando el estado anímico. La prevención consiste en no aislar al paciente, llevar una alimentación adecuada y realizar ejercicio físico diario adecuado a su edad.

Es muy importante recuperar la imagen del anciano dentro de la familia y mejorar su papel en la sociedad.